End Time Insights

Jesús es el Hijo ungido de Dios cuya vida y ministerio se caracterizaron por la presencia empoderadora del Espíritu Santo . La actividad del Espíritu dominó la vida, las palabras y los hechos de Jesús de Nazaret. Él era “ Jesús, el Cristo ”, el Ungido, el Mesías tan esperado de Israel. Cuando un ángel le informó a José que María llevaba un hijo “ concebido por obra del Espíritu Santo ”, su declaración indicó que algo más que un nacimiento milagroso estaba a punto de desarrollarse.

Cuando Jesús sea revelado desde el Cielo, los santos experimentarán gloria, pero los malvados recibirán destrucción eterna . En su introducción a Primera de Corintios , el Apóstol Pablo describe a los miembros de la congregación como aquellos que están “ esperando ansiosamente la Revelación de nuestro Señor Jesús .” El Apóstol conecta este evento con “ el Día del Señor .”

At the revelation of Jesus from Heaven, the saints will experience glory, but the wicked will receive everlasting destruction . Paul describes the believers of Corinth as those who are “ eagerly waiting for the revelation of our Lord Jesus ,” and he connects this event to “ the Day of the Lord .” In his letters, Paul refers to Christ's return as the ' Parousia ' (“ arrival ”), the ' erchomai ' (“ coming ”), and the ' epiphaneia ' (“ manifestation ”) of Jesus, as well as his “ revelation ” or ' apocalypsis .'

Each of the three sevenfold series of Revelation concludes with a final judgment scene that transpires at the end of the age . Final judgment scenes occur several times in the Book of Revelation . The sevenfold series of Seals, Trumpets, and Bowls of Wrath all culminate in the final judgment, and each time, the end of the series is punctuated by the same terrestrial and celestial phenomena.

Pablo continuó su discusión sobre la llegada de Cristo al abordar lo que ocurrirá en el Día del Señor – 1 Tesalonicenses 5: 1-3. El Apóstol Pablo habla de “ la llegada ” o ' Parousía ' de Jesús y el Día del Señor en los capítulos 4 y 5 de 1 Tesalonicenses . En el capítulo 4, declara que tanto los cristianos muertos como los vivos se reunirán para encontrarse con el Señor a medida que descienda del Cielo. En el capítulo 5, Pablo vincula eso y los eventos relacionados con “ el Día del Señor ”, y explica cómo ese día afectará a los piadosos y a los impíos.